¿Y qué quieres que diga? ¿Qué ya no siento nada por él? ¿Qué no recuerdo cosas? ¿Qué no sueño con él cada noche? ¿Qué intento evitarle porque ya le he olvidado? No te lo digo porque te estaría mintiendo. Porque no pasa un día que no piense en él, que no llore pensando en todo lo que vivimos, que no sueñe con él y me levante por la mañana pensando que, si aún estubiéramos juntos, me besaría al verme cómo si fuera la última vez... No te lo digo porque sé que también me estaría mintiendo a mí misma, y creo que ya me he hecho bastante daño engañándome este tiempo. No te lo digo porque no lo pienso, y tampoco lo siento. No te lo digo porque, aunque no le pueda tener, sigo echándole de menos. No te lo digo porque aún me entran esas ganas de empujarle contra la pared y susurrárle al oído que me gusta. Pero ¿qué voy a hacer? Quizá no quiera mentirte, pero tampoco quiera decirte la verdad. Porque duele demasiado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario